Esta historia la escribí después de leerme un libro sobre Hayao Miyazaki. Para quienes no lo conocéis, participó en la producción de Heidi, Marco y el Detective Conan. También ha hecho increíbles películas como El Viaje de Chihiro, Ponyo en el Acantilado o Mi Vecino Totoro. Su última producción fue un videojuego que me encanta, Ni No Kuni. Como comprenderéis, después de leer la vida de ese dios que ya es para mí quería escribir algo de su estilo, y eso hice. Tengo que agradecer, antes de nada, a Nacho Martínez por decirme el país de origen del protagonista, y a Jose Carlos Fernández por decirme un nombre para mi protagonista. Bueno, esta es la historia:
No podía creerlo. Lo que se extendía ante mis ojos no se parecía en nada a lo que me esperaba al abrir la puerta de mi pisito en Bangkok. De hecho, ni siquiera era un espacio cerrado.
Una pradera de hierba rojiza y suaves colinas se extendía ante mí. Encima, un cielo de un azul crepúsculo sin nubes, y un sol blanco brillando. A lo largo de la pradera se encontraban unos animales con cuerpo de búfalo, cabeza de vaca y cuernos de carnero, recubiertos por un grueso pelaje verdoso.
-¿Qué...-empecé a decir, pero alguien entró en mi campo visual. Tenía la tez oscura, y cabellos blancos cortos. Sus ojos eran pequeños y rojos, tenía labios carnosos y una fuerte mandíbula, aparte de una nariz chata. Llevaba un chaleco hecho de la piel verdosa de los extraños animales que dejaba ver su pecho desnudo y unos pantalones de arpillera. Iba descalzo. Al verme se quedó mirándome, extrañado (claro, llevaba mi traje y mi maletín) y me empezó a hablar en un idioma extraño.
-Disculpe señor, pero no entiendo lo que me está diciendo-le dije en perfecto tailandés. El hombre se adelantó y me tocó el hombro con los dedos índice y corazón.
-Klupp-dijo. Supuse que era una especie de saludo e hice lo mismo.
-Wanchaka-dije, tocándole el hombro de la misma forma. Él entonces me dijo algo en el idioma que yo desconocía y golpeó mi maletín con el pie.
3 jul 2013
HISTORIA 1
Este curso he estado escribiendo fragmentos de historias cuando me aburría, y ahora los voy a poner en el blog, a ver que os parecen. Obviamente, ninguno está acabado, aunque tengo intención de convertirlas en libros cuando sea mayor (y haya escrito otros 20 libros que aún tengo que escribir). Esta es la primera:
Era un día soleado en aquella villa cerca de Portdale. Siuri y sus amigos estaban en el colegio. Era el último día, y todos estaban deseando que se terminara la clase con la Sra. Suannv, y así poder marcharse a ver los fuegos artificiales que se hacían todos los años en honor a las vacaciones de verano. Después de una tediosa hora en la que estuvieron escuchando los consejos para sus vacaciones, la campana de la iglesia dio el anuncio del fin del año escolar. Siuri y sus compañeros corrieron hacia la salida, y se dispersaron por Moonview, yendo a sus casas para prepararse para la gran noche. Siuri corrió por la Avenida Amarilla, y se desvió hacia la Calle Azulona, donde vivía. Abrió la puerta de su casa, y tuvo que esperar un poco a que los ojos se le acostumbraran a la penumbra. Después de un momento, entró.
Veía a su madre cocinar mientras tatareaba una melodía. Aprovechando que no le había oído entrar, se acercó hacia ella y le dio un abrazo. Su madre soltó un gritito y se rió.
-¡Pero bueno!
-¡Hola mamá!-saludó alegremente Siuri.-¿Dónde está Mianne?
-Está arriba, preocupándose por el baile de esta noche-le respondió su madre, volviendo a la cocina. Siuri asintió y comenzó a subir las escaleras que daban al piso de arriba. Al igual que los fuegos artificiales, esa noche se celebraba un baile para los que iban al instituto. Su hermana había conseguido que el chico del que llevaba enamorada desde preescolar, Shiv Dument, le acompañara al baile, y estaba muy nerviosa.
Era un día soleado en aquella villa cerca de Portdale. Siuri y sus amigos estaban en el colegio. Era el último día, y todos estaban deseando que se terminara la clase con la Sra. Suannv, y así poder marcharse a ver los fuegos artificiales que se hacían todos los años en honor a las vacaciones de verano. Después de una tediosa hora en la que estuvieron escuchando los consejos para sus vacaciones, la campana de la iglesia dio el anuncio del fin del año escolar. Siuri y sus compañeros corrieron hacia la salida, y se dispersaron por Moonview, yendo a sus casas para prepararse para la gran noche. Siuri corrió por la Avenida Amarilla, y se desvió hacia la Calle Azulona, donde vivía. Abrió la puerta de su casa, y tuvo que esperar un poco a que los ojos se le acostumbraran a la penumbra. Después de un momento, entró.
Veía a su madre cocinar mientras tatareaba una melodía. Aprovechando que no le había oído entrar, se acercó hacia ella y le dio un abrazo. Su madre soltó un gritito y se rió.
-¡Pero bueno!
-¡Hola mamá!-saludó alegremente Siuri.-¿Dónde está Mianne?
-Está arriba, preocupándose por el baile de esta noche-le respondió su madre, volviendo a la cocina. Siuri asintió y comenzó a subir las escaleras que daban al piso de arriba. Al igual que los fuegos artificiales, esa noche se celebraba un baile para los que iban al instituto. Su hermana había conseguido que el chico del que llevaba enamorada desde preescolar, Shiv Dument, le acompañara al baile, y estaba muy nerviosa.
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