27 dic 2013

PREMIOS PANEM DE LITERATURA (PARTE 6):

Aparece Katniss.
KATNISS: Ahora, demos la bienvenida a dos juglares de la Edad Media...¡Matthew y Lucía!
Sale Katniss, y se enciende la pantalla.

Aparecen Mattew y Lucía parodiando una escena de La Puerta Oscura, Matthew como Mathieu y Lucía como Edouard. Mathieu está buscando información sobre la bisabuela de Jules en el ordenador.
MATHIEU: Vaya, si que hemos encontrado cosas interesantes. ¿Ha contactado ya Pascal contigo?
EDOUARD: (Preocupado) No, ni siquiera sabemos si logró escapar de la bomba de Hiroshima.
MATHIEU: ¿Podrías intentar contactar con él? Sabemos donde está si ha escapado de Hiroshima: La Colmena de Kronos. Sin embargo, el tiempo...
EDOUARD: Si quieres puedo intentarlo. ¿Podrías buscar la dirección?
Mathieu mira confundido al ordenador
MATHIEU: Siento decir esto pero...no sé escribir.
EDOUARD: Estamos apañados, pues (se da una palmada en la cara)
Se apaga la pantalla.

Salen Mattew y Lucía.
MATTHEW: Lucía, ¿te acuerdas de Lady Alinor?
LUCÍA: Cada vez que cierro los ojos, ¿por?
MATTHEW: Porque nos ha tocado entregar el premio al mejor antagonista. Estos son los nominados.
Se enciende la pantalla.

Aparece Ambrose acusando a Kvothe frente a las astas del toro, junto unas letras en las que pone Ambrose Anso por Crónicas del Asesino de Reyes. A continuación aparece Demonicus luchando junto a su mujer contra Arturo y Metáfora, junto con unas letras en las que pone Demonicus por El Ejército Negro. Después aparece Ashran, hablando con Kirtash después de que "matara" a Jack, junto a unas letras en las que pone Ashran el Nigromante por Memorias de Idhún. Por último, saldrá Gerde seduciendo a Kirtash, junto con unas letras en las que pone Gerde por Memorias de Idhún.
Se apaga la pantalla.

LUCÍA: Y el ganador es...¡Gerde por Memorias de Idhún!
Sale Gerde, recoge el premio, da dos besos a cada uno, y da el discurso.

Gracias por este premio a todos vosotros. También a Laura Gallego, mi escritora, a Aile Alhenai, que Wina la proteja, a mi querido Kirtash, y a Ashran, que me permitió convertirme en una verdadera mala (risas). Bueno, antes de irme, Lucía, Mathew, ya que sois juglares, ¿por qué no nos tocáis algo?
MATTHEW: Encantados.
Cantan una canción, y luego se van, junto con Gerde.
PREMIOS PANEM DE LITERATURA (PARTE 5)

Sale Peeta.
PEETA: Ahora demos paso a dos jovencitos muy aventureros...¡Fede y Rabanito de cuatro amigos y medio!
Se enciende la pantalla.
Sale una escena de Fede y Rabanito parodiando una escena de muerte de tinta, Fede como Mo y Rabanito como Jacopo. Pífano es el mismo, pero no habla.
Entra Jacopo con un libro entre las manos, y Mo está sentado en una mesa encuadernando un libro.
JACOPO: Hola Mo, tengo un libro que deberías encuadernar.
Mo coge el libro y se da cuenta de que es el Libro Vacío.
MO: ¡Eh, tío, eh! ¡Pero si esto es el Libro Vacío, que puede matar a Cabeza de Víbora! ¡Mira Pífano, es el libro que puede matar a tu señor!
Jacopo le tapa la boca a Mo al tiempo que Pífano se da la vuelta.
JACOPO: ¡Pero que cosas dices! ¡Sí es solo mi libro favorito!
Jacopo le da un bolígrafo a Mo y le susurra al oído
JACOPO: Venga, escribe
MO: De acuerdo: En un lugar de la mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme...
JACOPO:(Gritando) ¡No estúpido, eso no! ¡Es el Libro Vacío, tienes que escribir Corazón, Sangre y Muerte para matar al rey!
Pífano se acerca a Jacopo y lo coge de la camiseta.
MO: Pero mira que decir en voz alta que esto es el Libro Vacío...
Se apaga la pantalla.

Salen Fede y Rabanito.
FEDE: ¡Eh, tío, eh! ¿A qué el amor es increíble?
RABANITO: Tío, ¿qué te has tomado? ¿Por qué dices eso?
FEDE: ¡Eh, tío, eh! Era solo una frase para introducir la categoría que nos toca presentar...¡la mejor pareja!
RABANITO: ¡Ahh! Ya lo entiendo. Bueno, estos son los nominados.
Se enciende la pantalla.

Salen Jack y Victoria en la cueva despistando a un Shek, cubiertos por una capa de invisibilidad, dándose un beso, junto con las letras Jacob Redfield y Victoria d'Ascolli por Memorias de Idhún. Luego salen Kirtash y Victoria en el balcón de la casa de Victoria, besándose, junto con las letras Kirtash hijo de Ashran y Victoria d'Ascolli por Memorias de Idhún. A continuación salen Denna y Kvothe dando un paseo por Imre, junto con las letras Kvothe hijo de Arliden y Denna por Crónicas del Asesino de Reyes. Por último, salen Arturo y Alexia en el Más Allá, encontrándose en la laguna donde estaba Alexia, junto con las letras Arturo Adragón y Alexia por El Ejército Negro.
Se apaga la pantalla.

FEDE: Y los ganadores son...¡Jacob Redfield y Victoria d'Ascolli por Memorias de Idhún!
Salen Jack y Victoria y dan un discurso.

JACK: Gracias por este premio a todos vosotros, sobre todo a Laura Gallego, nuestra escritora, también a Kirtash, que algo ha hecho (risas), a Alsan y a Shail, que nos unieron, y, claro, a mi bella esposa, Victoria (le da un beso)
VICTORIA: Lo mismo digo, Jack. También se lo agradecemos a nuestros hijos, Erik y Eva, a Christian y a Kimara, que han afectado bastante nuestra relación.

Salen Fede, Rabanito, Jack y Victoria.

23 dic 2013

HISTORIA VINCENT MERMAIDER-EVA REDFIELD PARTE I

Aquí está el comienzo de la historia de la primera pareja que he hecho. La historia se desarrolla en el lugar de donde es Vince, un lugar inventado por mí llamado Himesi, con lo que los nombres y lugares que aparecen en esta historia son cosecha mía.


Vince asomó la cabeza y logró ver la cúpula más alta de las ocho que adornaban su hogar, y acarició, contento, a Sirena.

-¡Ya veo el palacio!-le comentó a uno de sus escoltas.

-Yo también, Nis-le respondió el escolta. Vincent le miró detenidamente. Llevaba sirviendo a los Mermaider unos seis años, desde que él entrara en la Escuela de Magia, y sabía que se llamaba Cai. Tenía la cabeza cubierta por un turbante color gris, cubierto, a su vez, por un casco azul marino. Los ojos eran de un tono azul claro, y tenía la tez oscura, propio de un atïtecano. Su mandíbula era fuerte y cuadrada, con unas patillas de espeso cabello negro que le discurrían por los pómulos. Vestía una túnica grisácea debajo de una armadura azul marino, y unos bombachos a rayas azules y grises, con unas babuchas grises. Al lado derecho llevaba la lanza, mientras que en el lado izquierdo llevaba un escudo decorado con la sirena de los Mermaider, resaltando así su fidelidad a esa casa. En la cintura llevaba una espada larga y un sable. Vince sabía que los demás soldados de su casa tenían el mismo uniforme, él mismo se había puesto uno no hace mucho.

<<Por desgracia>>pensó.

Ya habían llegado a la puerta principal de Mímia. La ciudad estaba situada en el Lago Macirmerm, cuyo tamaño se podría comparar al del Lago Gigante Carmín de la vecina Lailaa. Una muralla rodeaba todo el perímetro de ésta, y una segunda separaba su palacio del resto de la ciudad. La puerta estaba controlada por otros dos soldados de su madre, y en todas partes se lucía el blasón de los Mermaider, una serpiente plateada sobre fondo gris y azul marino. Tras pasar por la puerta, le recibió todo un desfile en su honor. Todos los habitantes estaban en la calles, y Vince les saludó y observó a medida que éstos le tiraban pétalos de flores de loto grises y azules. La ciudad estaba organizada en cuatro calles principales, que coincidían con las cuatro entradas a la ciudad y al palacio. Las demas calles simplemente se trataban de pequeñas callejuelas, con alguna plazoleta ocasional donde se celebraban mercados y eventos públicos. Los edificios eran rectangulares, hechos de adobe blanco, con decoraciones azules o grises. Vince había ido de joven por muchas de esas callejuelas, ya que tenía amigos entre los habitantes de Mímia, y solía escabullirse del palacio para jugar con ellos en una de esas plazas. Vince recordaba que el suelo de la plaza estaba hecho de baldosas grises y azules, que formaban un entramado de cuadros. En el centro había una fuente sencilla, que más bien actuaba como pozo, ya que era redonda y achatada. Lo único que la hacía sobresalir del resto de las fuentes era que una escultura de una sirena la sujetaba, y Vince y sus amigos solían deslizarse por la cabellera de ésta hacia la fuente. Ahora esos amigos tenían grandes puestos en el palacio, uno era maestro armero, otro cocinero...Vince sonrió al recordar esos recuerdos.

El palacio de los Mermaider estaba situado en otro lago, en este caso, artificial, en el centro de Mímia. Cuatro pasillos que flotaban sobre el lago situados en las cuatro puertas conectaban el palacio con el resto de la ciudad. El palacio en sí estaba formado pro una nave rectangular, donde residían seis de las ocho cúpulas, y donde se realizaban todo tipo de actividades y un porche circular en el norte, que se utilizaba de puerta principal, coronado por otro arco, donde se encontraba el establo, y donde a veces se recibía a las visitas si el tiempo era favorable. La parte de atrás constaba de un torreón, de donde colgaba el blasón de los Mermaider, y se alojaban Vince, su familia y sus sirvientes. También constituía la única defensa del palacio, pero nunca había hecho falta, ya que la situación estratégica y las murallas de Mímia habían mantenido a cualquier intruso fuera de la ciudad.

Se dirigieron al palacio por la puerta principal. Atravesaron el pasillo, con la maravillosa vista del jardín del loto, como lo llamaban los bardos que hablaban de Mímia, ya que en el lago había loto y nenúfares, junto con ranas y libélulas. En el porche les estaba esperando su hermana Vedrana. Vince se bajó de Sirena y le tendió las riendas a su caballerizo, un chico de escaso pelo castaño y ojos negros de nombre Ciaran, al que llamaban Ciar el Equino. Acto seguido se refugió en los brazos de su hermana mayor, y la observó detenidamente.

Su hermana tenía tres años más que él, pero aparentaba más, como solía pasar entre los miembros de su familia. Él mismo aparentaba casi treinta años, pero en realidad tenía diecinueve. Ella tenía una mandíbula pronunciada, y ojos claros, casi grises. Su pelo era ondulado y de color chocolate, recogido en un moño, con algunos mechones sueltos. Desde que estaba prometida al príncipe de Atïtec, lucía una corona plateada con detalles de serpientes marinas. Vestía un vestido tradicional atïtecano, de colores gris y azul marino, con las mangas y los bajos de la falda transparentes. En el corpiño llevaba un diseño de sirenas plateadas, y su anillo de la mano derecha llevaba escrito la palabra Mermaider.

-Tan preciosa como siempre, Vedry-le alagó Vince. Vedrana soltó una risita.

-¡Pero si me viste apenas unos meses!-ordenó a sus sirvientes que llevaran las alforjas de Vince a sus habitaciones, y se sentó en la mesa del porche. Vince se sentó a su lado.

-¿Y madre?-preguntó.

-Está en la capital merendando con mi señora suegra. Al parecer, van a acordar nuevos tratados comerciales-le explicó su hermana, tranquila.

-Bien-le respondió Vince.-¿Por eso tú estás aquí en lugar de con tu príncipe?

-En efecto-afirmó Vedrana.-Ean me ha dicho que me echará de menos, pero con madre en la corte y tú en la guerra, alguien tenía que quedarse aquí.

-¿No podrías haber dejado a cargo a Imani? Es el consejero, su misión es cuidar al pueblo cuando falta el nis-preguntó Vince, extrañado.

-¿No te lo han contado?-dijo Vedrana, repentinamente apenada.-Imani ha muerto. Se cayó al lago para salvar a un niño, y los dos se ahogaron.

-Santa Ynvi, Imani no-Vince recordaba al mayordomo, también había sido institutor de su hermana y él, y solía llevarles golosinas a las clases.-Por eso tuviste que quedarte aquí, claro.-Vedrana asintió.-Pobre de su familia. ¿Qué van a hacer sin él?

-Les he alojado en el palacio, por el momento, hasta que puedan pagar la casa que tenían antes. Tidir trabaja en las cocinas, y los niños limpian el torreón-miró a su hermano, y lo vio apenado. Decidió entonces cambiar de tema.-Bueno, he oído que conociste a alguien en la guerra, ¿no?

-Sí-Vince se puso rojo al recordar a Neasa Attene.-La verdad es que la conocía de la Escuela, y siempre me había gustado, e Iris la reclutó para la guerra así que, al acabar, me declaré a ella.

-¿Y?-le animó a seguir Vedrana, intrigada.

-Me dijo que no le gustaba-Vince recordaba cuando se declaró, animado por sus amigos, a Neasa. “Eres majo, Vince, pero no creo que funcionaría.” Esas fueron sus palabras exactas. Vince se quedó hecho polvo, pero, gracias a los ánimos de sus amigos, pudo olvidarse de ella.

-Bueno, seguro que encontrarás a alguien-le animó su hermana.-He oído que la hija de los Macen está soltera.

-¿Ananta la puerca? Creo que paso. Esa chica es más fea que las ranas del jardín-bromeó Vince.

-Veo que no has perdido tu humor-comentó Vedrana, entre risas. Luego se puso seria.-Bueno, debes saber que esta tarde me vuelvo a Ca Cerim. Ahora que ya estás aquí, serás el Nis hasta que vuelva madre.

-Me parece lo correcto-asintió Vince.-Dale a Ean un beso de mi parte, pero que no sea muy largo, que si no se va a hacer ideas raras-sonrió al oír la risa de su hermana. Después se encaminó hacia sus habitaciones de toda la vida.

22 dic 2013

HISTORIA IV:

Este fragmento lo escribí mientras en Cultura Clásica veían la película Centurión, y me inspiré (al menos eso creo), en cazadores de sombras, juego de tronos y un dibujo de un amigo mío. Allá va:

La hora había llegado. Todos los sacerdotes ya habían acudido, y las estatuillas ceremoniales  estaban ya dispuestas al rededor del glifo dorado. El Gran Sacerdote Unix respiró hondo y se colocó en el centro del glifo. A continuación, cada uno de los sacerdotes cogió una estatuilla, hincó una rodilla y extendió los brazos hacia él. Unix se aclaró la garganta y decidió comenzar ya la ceremonia.
-Queridos hermanos-comenzó, con voz solemne-, estamos aquí reunidos para consagrarnos a nuestro nuevo dios, Señor de la Luz y la Oscuridad, de la Creación y la Destrucción, de lo Bueno y lo Malo. ¡Nosotros te llamamos, Temil!-el glifo dorado brilló apenas unos segundos, pero lo justo para que Unix y los otros sacerdotes lo notaran.-Nosotros vamos a ser los que llevemos su luz, los que amaremos a sus criaturas y los que hagamos su paz. Destruiremos este mundo para que Él pueda poblarlo y modelarlo a su antojo, y sus acólitos y nosotros, sus predicadores, ¡expandiremos su culto al resto del mundo!-terminó, gritando.-Pero primero debemos invocarlo, ya que, para él no somos más que unas simples hormigas, pero debemos demostrar lo contrario. Queridos hermanos, ha llegado la hora-dicho esto, se puso a salmodiar en el idioma de los dioses, suplicando al gran Temil que fuera al plano mortal. Los otros sacerdotes soltaron las estatuillas que, sorprendentemente, se quedaron flotando en el aire. Tras esto, se unieron a la salmodia, y las estatuillas fueron dando círculos concéntricos en torno al Gran Sacerdote, que empezó a levitar. Cuando estaban tan cerca de él que éste podría haberlas tocado con el brazo extendido, una luz descendió desde el techo vidriado del templo en el que estaban reunidos, haciendo explotar las estatuillas. La luz dio de lleno en Unix, que cayó al suelo. Los sacerdotes  pararon su salmodia, y se miraron unos a otros, sin saber muy bien que hacer. Pero, unos instantes después, Unix volvió a levantarse, aunque había algo en él que había cambiado.
Se movía como si de un títere se tratara, mecánicamente, y casi a trompicones. Y luego estaba su cara. Sus ojos, antes de un tono grisáceo, eran ahora blancos, sin iris ni pupila, y su boca sonreía casi involuntariamente, mostrando unos dientes negros y afilados, convirtiéndola en una sonrisa diabólica. Una sombra cruzaba su cara, y el pelo se le había vuelto de un blanco invernal. Y, cuando habló, a los otros sacerdotes les quedó claro que no era el mismo hombre que les había reunido allí, y empezaron a sentir un miedo casi involuntario, un miedo ancestral por lo que tenían delante de ellos, y por lo que podía llegar a ocurrir.
-Mortales-su voz era astral, de otro tiempo, de otro lugar, de otro ser.-Me presento ante vosotros como vuestro único y verdadero dios, Temil. ¿Qué queréis de mí para osar interrumpir mi descanso eterno?-miró al rededor, pero todos los demás sacerdotes habían enmudecido del miedo.-¿Qué os ocurre, acaso un demonio os ha arrancado la lengua?