28 ago 2013

LAS NUEVAS VILLAS DE LA ESTANTERÍA (PARTE 1)

No sabéis lo que he estado leyendo este verano, y lo mucho que me he sentido absorbido por los libros. Concretamente dos, pero los descubriréis cuando lo leáis. Y por eso, he decidido crear esta continuación a las historias de La Estantería, en la que expreso mi admiración por estas joyas.

La Estantería estaba a rebosar. Al parecer era verano, y El Creador se atiborraba de libros. Después de Cazadores de Sombras, vino El Libro de Los Portales, quienes abrieron una tienda de portales, con lo que hacían más fácil el desplazamiento por La Estantería. A continuación vino La Pirámide Roja, con sus dioses egipcios, El Hogar de Miss Peregrine para niños Extraordinarios, con sus personas invisibles, que arden o con superfuerza, Los Héroes del Olimpo, que se unió a la casa de Percy Jackson, que tuvo que crecer hasta convertirse en el edificio más alto de la Avenida García. Luego llegaron dos de extraterrestres, Soy el Número Cuatro y The Host. También se les unió El Médico, cuyos personajes medievales no entendían casi nada de lo que sucedía a su alrededor. Y, por último, Cazadores de Sombras Los Orígenes. Eso fue la gota que colmó el vaso. Después de acomodar a los personajes en la casa de Cazadores de Sombras, que igualó en altitud a la de Percy Jackson, Simmon fue al ayuntamiento para hablar con la alcaldesa.
-Pase-pió Porqué al oír a Simmon llamar a la puerta. Ésta se abrió y entró él. A Porqué siempre le había extrañado que El Creador le hubiera elegido para dar la bienvenida a los nuevos, ya que era un joven de aspecto frágil, de pelo rubio y ojos azules en una cara infantil, que rebosaba bondad por todas partes. Ella prefería la gente fuerte, con incluso un punto de malicia, por eso había presentado a Kvothe como guía, pero la palabra de El Creador era la ley, y se había callado. -¿Qué quieres?-le preguntó una vez se sentó en la silla frente a ella. Simmon se revolvió en su asiento, incómodo.
-Verá, señora alcaldesa-empezó, premeditando las palabras que decía,-habrá observado que La Estantería está creciendo cada vez más.
-Sí-le respondió Porqué, intrigada.-Un poco más y podremos competir con vuestra preciosa Universidad o la Alquimia de El Ejército Negro. Pero no veo el problema en ello.
-El problema está, si me permite decirlo, en que está sobrexplotada. Concretamente los números 15 y 17-soltó Simmon, con los ojos fijos en el suelo.
-¿Cazadores de Sombras y Percy Jackson?-dijo, extrañada.-Sé que últimamente han venido muchos personajes, pero no veo el problema más allá de eso.
-Lo que le iba a decir es que podríamos construir dos nuevas villas para ellos-contestó Simmon, aún mirando el diseño de cernícalos del suelo. Porqué se puso colorada y voló directa a Simmon, lo que hizo que la mirase.
-¿En qué estabas pensando cuando se te ocurrió esa estúpida idea, cabeza de alcornoque?-gritó, furiosa.
-Yo..solo..-intentó aclarar, blanco como el papel-Sé que sólo El Creador puede decir cuales son sus libros preferidos, pero aún así...
-¿Aún así, qué-le cortó la alcaldesa. Pero Simmon no pudo responder, porque Mathieu, el novio del Padre Edouard, entró en el despacho como una exhalación.
-¡Tenéis que venir a la iglesia enseguida!-consiguió murmurar, recuperando el aliento-¡El Creador se ha vuelto loco!